Las luciérnagas son esos bichitos que iluminan las noches de verano y que las hace tan mágicas. Pero nosotros queremos que nuestros cuartos también sean mágicos, y no solo en las noches de verano sino en las de todo el año. Y qué mejor manera que guardando un tarro lleno de luciérnagas. Pero aquí surge un pequeñísimo problema, y es que cazar luciérnagas es una tarea muy difícil, por eso os queremos enseñar una manera de conseguirlo un poco más fácil.
Necesitaremos:
- 1 tarro de cristal
- Pintura fluorescente en la oscuridad
- Pincel
- Agua
Primero tenemos que limpiar y secar bien el tarro de cristal. Después mezclaremos la pintura con el agua hasta que las partículas brillantes se disuelvan de manera uniforme.
Seguidamente, con el pincel aplicaremos la pintura con puntitos dentro del tarro. Tened en cuenta que cuantos más puntitos, más brillará. Y ahora ya solo quedará dejarlo secar y tendremos nuestro tarro de luciérnagas listo.
Durante el día parecerá un tarro vacío, pero por la noche se hará la magia, y el tarro se llenará de luciérnagas que brillarán toda la noche.
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